El oscurecimiento de la plata

Aquí abordaremos el fenómeno en piezas de plata con una calidad mínima de 925, lo que significa que contienen al menos un 92.5 % de plata pura. Sin embargo, es importante señalar que el sello 925, aunque sirve como indicativo, no garantiza siempre la calidad real del artículo. De hecho, es posible comprar este sello y colocarlo en piezas de menor calidad, con un porcentaje de plata inferior, lo que puede afectar tanto la durabilidad como la apariencia del joya.

Mi joya de plata se está oscureciendo

Como todos los metales, la plata se oxida con el tiempo, lo que provoca que se oscurezca y pierda su brillo. Este fenómeno natural se debe a la formación de una delgada capa de sulfuro de plata en la superficie del metal. Este oscurecimiento no está relacionado con la calidad de la plata utilizada; es un proceso normal que puede acelerarse por factores ambientales y por la forma en que se usa la joya.

En cuanto el metal entra en contacto con el aire, empieza a oscurecerse. Sin embargo, una joya de plata no está hecha para guardarse en una bolsa al vacío. De hecho, usar tus joyas con regularidad puede ayudar a mantenerlas brillantes, ya que el contacto con la piel o la ropa actúa como un pulido natural. Aun así, es fundamental cuidar tus piezas y protegerlas de productos químicos agresivos.

La oxidación de la plata también puede ser intencional, utilizada para darle carácter y profundidad a una joya. Algunos artesanos recurren a esta técnica para dar a sus piezas un aspecto antiguo o envejecido, lo que puede aumentar su encanto y su valor estético. En esos casos, intentar devolverles el brillo sería contraproducente, ya que podría eliminar parte de su personalidad única.

Sin embargo, para quienes prefieren conservar el brillo original de sus joyas de plata, es completamente posible restaurarlo utilizando productos especiales para plata o llevándolas con un profesional para una limpieza adecuada.

Mi piel se oscurece cuando uso mi joya de plata

Se estima que entre el 2 y el 3 % de las personas tienen características químicas en la piel que pueden provocar un oscurecimiento al contacto con la plata. Este fenómeno puede manifestarse como tonos verdes, negros o grises en la piel que toca la joya.

Este porcentaje es relativamente bajo, pero también hay que considerar los factores ocasionales que pueden alterar el pH de la piel, como la alimentación, el ambiente o ciertos productos químicos (perfumes, cloro, etc.). Esto explica por qué el fenómeno no siempre aparece ni se manifiesta de la misma manera.

La plata 925 (o plata de ley) está compuesta por 92.5 % de plata pura y 7.5 % de otro metal, generalmente cobre, comme c’est le cas dans notre boutique. En algunos casos se utiliza germanio u otros metales, lo que puede interactuar de manera diferente con tu piel y aumentar el oscurecimiento. Por eso, algunas joyas de plata 925 pueden manchar tu piel y otras no. También es importante tener cuidado con las piezas que no son realmente de plata o cuyo título está muy por debajo del 925.

Mi joya de plata no se oscurece

Si tu joya de “plata” no se oscurece, es posible que sea plata rodiada, es decir, recubierta con una delgada capa de rodio que protege el metal e impide que se ennegrezca. Si no es el caso, es muy probable que tu pieza no sea realmente de plata. El proceso de oscurecimiento comienza en cuanto la plata entra en contacto con el aire y es completamente inevitable.

Limpieza de sus joyas de plata

Advertencia sobre la limpieza de joyas

En internet circulan muchas recetas caseras para limpiar y dar mantenimiento a tus joyas de plata, pero es fundamental ser cuidadoso, ya que algunos métodos pueden dañarlas.

Evita todos los procedimientos abrasivos que puedan rayar la superficie de la plata o desgastarla poco a poco, carcomiendo el metal con el tiempo. También es muy importante tomar precauciones si tu joya de plata tiene piedras preciosas o semipreciosas. Algunas pueden cambiar de color o dañarse con el calor o con ciertos líquidos, y las piedras más frágiles pueden romperse con facilidad si se someten a golpes o presión excesiva.

Antes de limpiar tu joya, asegúrate muy bien de su calidad. Si lo que tienes es una pieza de plata laminada o plateada, el proceso de limpieza puede dañarla incluso si solo la frotas con energía usando un paño especial. Podrías terminar dejando al descubierto el metal base de la joya (cobre, latón u otro) y necesitar un nuevo baño de plata hecho por un profesional.

También es importante considerar el encanto que la oxidación puede aportar a ciertos diseños. Muchas piezas se oxidan de manera intencional para dar profundidad y relieve. Una limpieza demasiado insistente puede borrar todo ese carácter único. De hecho, la oxidación puede aportar una pátina natural y un aspecto envejecido muy apreciado, y algunos artesanos utilizan técnicas específicas para acelerar este efecto y crear acabados artísticos y texturizados.

En esta página te compartiré los métodos más suaves y menos riesgosos, así como aquellos que me enseñaron en la escuela de joyería. Tú deberás evaluar la calidad y el valor sentimental o económico de tu pieza antes de elegir cualquiera de estas técnicas.

Recurrir a tu joyero para limpiar tus piezas de joyería

La solución más segura es llevar tu pieza de plata con tu joyero de confianza. En la mayoría de los casos, él simplemente pasará un paño especial sobre el bijou para quitar la oxidación de la plata.

Ahora bien, si tu joya de plata lo necesita, te hará una renovación completa. Este servicio tiene un costo porque se trata de un trabajo minucioso que, aunque no es frecuente, sí requiere tiempo y técnica. El proceso completo consiste en lijar nuevamente la pieza para eliminar los rayones provocados por el uso, luego volver a pulirla con una pasta especial y finalmente limpiarla otra vez. Así, tu joyero devolverá a la plata el brillo de sus primeros días.

Limpiar tus joyas con un paño de limpieza o una gamuza especial

Limpiar tus joyas con un paño de limpieza o una gamuza especial es el método más seguro y rápido para darles mantenimiento o quitarles la suciedad del uso diario. Solo una observación: si se trata de piezas con baño —como baño de plata u oro—, hay que frotar con cuidado, porque si lo haces con demasiada fuerza, el recubrimiento puede desgastarse.

Estos paños se encuentran bajo nombres como paño de limpieza, paño de pulido, paño de brillo o gamuza para joyería. Están diseñados para eliminar la suciedad, el polvo y los residuos de productos que pueden opacar el brillo de tus piezas. Generalmente están hechos de materiales suaves y no abrasivos, como algodón o microfibra, para evitar rayar la superficie.

Solo necesitas frotar tu joya para devolverle su brillo. Es rápido y eficaz; de hecho, es el método básico de mantenimiento que realizan todos los joyeros en sus talleres.

Es evidente que, mientras más lisa sea la pieza, más fácil será pulirla y devolverle su brillo. La cosa se complica cuando tiene texturas, relieves o grabados, porque cuesta más llegar a los ángulos y rincones. También hay que tener cuidado con las piezas que llevan garras (prongs), para no deformarlas si se enganchan en la gamuza.

 

Producto o baño limpiador para joyas de plata

Este método para limpiar joyas de plata consiste en usar un producto químico. Existen muchos de este tipo y normalmente se utilizan en forma de baño, donde se deja remojar la pieza por un tiempo determinado.

Estos baños limpiadores para joyería de plata están formulados para eliminar de manera eficaz la suciedad, la grasa y los residuos de productos cosméticos que pueden opacar el brillo de tus piezas. Suelen ser muy fáciles de usar: basta con verter el producto en un recipiente, sumergir la joya y dejarla reposar unos minutos. Después, solo hay que enjuagarla con agua limpia y secarla con un paño suave para devolverle su brillo.

Es importante mencionar que algunos baños limpiadores para joyas de plata pueden contener ingredientes que dañan piedras preciosas o semipreciosas, e incluso perlas cultivadas. Al igual que con los productos “naturales” y los remedios caseros, se recomienda leer bien las etiquetas y verificar que el producto sea compatible con los materiales de tu joya antes de usarlo. Además, no se debe dejar la pieza remojando demasiado tiempo, ya que esto puede afectar los materiales y alterar su apariencia.

Puedes encontrar baños limpiadores de todo tipo: para plata, plata con piedras, plata con perlas cultivadas, y más.

 

Limpiar tus joyas de plata con detergente para ropa

La limpieza con detergente para ropa es el método más económico que me enseñaron en la escuela de joyería y forma parte del proceso que utilizamos en nuestro taller para limpiar las piezas que realizamos. Este método es especialmente eficaz para eliminar los residuos de grasa y el sulfuro de plata que pueden opacar el brillo de tus joyas. Además, es una técnica suave y no abrasiva, que permite una limpieza profunda sin dañar los materiales.

Coloca tus joyas de plata oscurecidas, siempre que no tengan piedra, a remojar en una olla con un poco de detergente en polvo y suficiente agua para cubrirlas.

Pon la mezcla a hervir en la estufa. La acción del detergente ayudará a eliminar los residuos de grasa y de sulfuro de plata.

Con un cepillo de dientes, frota la pieza de manera suave. Enjuaga abundantemente con agua. Cuando consideres que está lo suficientemente limpia, sécala con un paño suave.

Para las joyas con piedra, hay que tener mucho cuidado y no tomar demasiados riesgos. Si de verdad quieres intentarlo, evita sumergir la piedra en el baño o, para reducir los problemas causados por el calor, lleva el agua con detergente a ebullición, apaga el fuego y coloca la joya a remojar solo unos segundos, no más.
Es importante mencionar que algunas piedras preciosas o semipreciosas pueden ser sensibles al calor y pueden cambiar de color o deteriorarse si se exponen a temperaturas elevadas. También presta atención a la calidad de tu joya. Algunos “joyeros” pegan las piedras para evitar el engaste, y con el calor podrían despegarse.
Por eso, se recomienda consultar a un profesional para obtener orientación sobre la mejor manera de limpiar joyas con piedras sin dañarlas.

Limpie sus joyas de plata con detergente para ropa y un cepillo de dientes.

Quitar lo oscurecido de una joya de plata con bicarbonato

Para quitar lo ennegrecido de tus joyas con bicarbonato, coloca tu pieza en un recipiente donde hayas puesto una hoja de papel aluminio en el fondo y cúbrela bien con una o dos cucharadas de bicarbonato. Hierve agua y viértela sobre la joya sin inclinarte sobre el recipiente. El agua hirviendo y el bicarbonato generan una reacción química que no es muy agradable de respirar.

Cuando notes que el papel aluminio empieza a oscurecerse, significa que la reacción ya hizo su trabajo y eliminó en parte la oxidación.

Si tu joya no queda tan limpia como deseas, repite el proceso hasta obtener el brillo que buscas.

Después puedes secar la pieza con un paño suave o usar una gamuza para pulir.

Es importante mencionar que este método con bicarbonato y agua hirviendo es más adecuado para joyas de plata sin piedras o con gemas que resistan el calor. Como también implica el uso de agua caliente, hay que considerar los mismos riesgos que en el método anterior.

Limpiar tus joyas con un limpiador ultrasónico

Estos aparatos emiten ondas ultrasónicas que generan vibraciones. Dichas vibraciones producen diminutas burbujas alrededor de las piezas, que al implosionar desprenden y eliminan toda la suciedad adherida. Es una de las técnicas más suaves y, al mismo tiempo, bastante eficaz, ya que los ultrasonidos penetran en cada espacio del diseño y permiten una limpieza profunda.
Sin embargo, este método no está exento de riesgos y no cualquier pieza puede sumergirse. Lo más recomendable es evitar cualquier material que no sea metal para no poner en peligro tus joyas. Antes de usar un limpiador ultrasónico, conviene investigar a fondo y asegurarte de que tu pieza lo soportará.

Aquí tienes algunas recomendaciones importantes para utilizarlo correctamente. Usa siempre agua completamente limpia, sin residuos ni partículas, ya que estas también vibran y podrían rayar tu joya. No sobrecargues la cubeta: las piezas no deben tocarse entre sí, pues al vibrar podrían golpearse y dañarse.

En cuanto a los materiales que no se deben colocar en un limpiador ultrasónico, hay varios que conviene evitar.
Primero, todos los materiales orgánicos: coral, ámbar, marfil, nácar, madera, cuerno, camafeos de concha…
Tampoco deben limpiarse en ultrasonido las piedras blandas o sensibles, como esmeralda, ópalo, tanzanita, lapislázuli, jade, turquesa, malaquita, marcasita, ágata, piedra del sol, piedra de luna, fluorita, iolita, kunzita, zircón, diamantes de color, turmalina, peridoto, ónix, entre otras.
Existen también metales incompatibles con este tipo de limpieza, como el titanio, el cobre chapado o el tungsteno.
Observa bien tu joya antes de usar el ultrasonido. Si ha sido oxidada de manera intencional para darle un acabado envejecido o resaltar relieves, podrías borrar ese encanto.
También revisa la piedra: incluso si no aparece en la lista de materiales sensibles, debe estar libre de inclusiones o fisuras que podrían agravarse con las vibraciones. Además, asegúrate de que no haya sido pegada, algo habitual en piezas económicas; el calor puede ablandar el pegamento y soltar la piedra. Revisa igualmente el estado del metal para confirmar que no presenta defectos que podrían empeorar durante el proceso.
os accesorios de fantasía no deben colocarse nunca en un limpiador ultrasónico. Suelen llevar piedras sintéticas pegadas con adhesivos que pueden desprenderse o derretirse durante el proceso.

En caso de duda, es mejor optar por otro método para evitar cualquier riesgo.

No existe ningún inconveniente con las joyas macizas de oro, plata o platino. Algunas piedras sin defectos pueden soportar el procedimiento, como el diamante, rubí, zafiro, granate, zirconia cúbica, amatista, ametrina, jaspe sanguíneo, heliotropo, cornalina, calcedonia azul, calcedonia lavanda, crisoprasa, citrino, ónix, cuarzo ahumado, ojo de tigre y topacio.

En cuanto a los detergentes para agregar al tanque, se ofrecen muchas opciones en el mercado. Sin embargo, por experiencia, unas gotas de jabón líquido para trastes funcionan igual de bien.

 

Cómo evitar la oxidación de mis joyas de plata

El cuidado de una joya de plata es, en general, bastante sencillo, y las recetas caseras han demostrado su eficacia durante generaciones. Además, son económicas. El oscurecimiento natural de tus joyas de plata forma parte de su encanto, y es posible limpiarlas y pulirlas para devolverles todo su brillo.

Aplicar barniz para evitar el ennegrecimiento

Existen soluciones como barnices que aíslan la plata del aire, pero tienden a dar un aspecto plástico a las joyas y su eficacia es limitada en el tiempo. Al igual que con las uñas, es necesario renovar la aplicación de este barniz de forma regular, y debe aplicarse cuidadosamente sobre joyas previamente limpias para asegurar una mejor adherencia.

Sin embargo, incluso con estas precauciones, cuando el barniz empieza a desprenderse, el resultado deja mucho que desear estéticamente.

 

Aplicar rodio a tus joyas para evitar la oxidación

A veces se sugiere aplicar rodio a tus joyas de plata para evitar su ennegrecimiento natural. Este proceso consiste en recubrir la joya con una capa de rodio, lo que le da un tono más gris que el color natural de la plata.

Sin embargo, este tratamiento es relativamente costoso y es importante recordar que se trata de un recubrimiento. Al igual que otros chapados, es delgado y se desgastará con el tiempo. Este desgaste es particularmente rápido en anillos y pulseras, que sufren más rozaduras debido a su proximidad con la piel y a las actividades diarias (movimientos, contacto con vajilla, ducha, etc.).

A largo plazo, el resultado suele ser poco estético, ya que la joya pierde el aspecto rodinado en algunas zonas. Por ello, es necesario renovar el tratamiento regularmente. También es fundamental verificar cuidadosamente lo que te venden como “plata rodinada” y conocer el metal que se ha recubierto. A veces se venden joyas como “plata rodinada”, lo que puede dar la impresión de ser una pieza de muy alta calidad, pero la base de la joya podría ser cobre, lo que puede decepcionar a los clientes, sobre todo considerando el precio invertido en la pieza.

Cuidar tus joyas de plata

Evitar que tus joyas se oscurezcan es un proceso que comienza cuidándolas desde el principio. Esto implica guardarlas con cuidado en cajas de joyería o en bolsas individuales para protegerlas del aire y la humedad. Al almacenarlas de esta manera, reduces la frecuencia con la que necesitarás limpiarlas con intensidad antes de usarlas.

Elegir un lugar para guardar tus joyas de plata

Para conservar tus joyas en las mejores condiciones, es fundamental evitar temperaturas extremas y la humedad. Esto significa protegerlas del aire frío y del calor excesivo. Lo ideal es mantenerlas a temperatura ambiente y asegurarse de que no estén expuestas directamente a la luz del sol.

La humedad puede acelerar el proceso de oxidación de la plata, aunque en algunos casos es necesaria para ciertas piedras preciosas, como las ópalas y los camafeos. Para conservar las ópalas y evitar que se agrieten, se recomienda sumergirlas en agua de vez en cuando.

Dónde y cómo guardar tus joyas de plata

Para preservar el brillo de tus joyas de plata, es mejor evitar los exhibidores colgantes o colocarlas sobre muebles. Opta por un cajón acondicionado o una caja para joyas para guardarlas.

Para minimizar el contacto con el aire y la luz, que pueden provocar la oxidación, guarda tus joyas de plata en bolsas individuales. Esto también las protegerá de golpes y rayaduras, especialmente si tus piezas tienen piedras preciosas.

Las bolsas de tela son muy efectivas para proteger tus joyas de los golpes y de la luz, limitando al mismo tiempo el contacto con el aire.

Dentro de tu caja de joyas, también puedes colocar algunos sobres de sílice, similares a los que vienen en las cajas de zapatos, para absorber la humedad y proteger tus joyas de la oxidación.

 

Últimas recomendaciones

Es importante quitarse las joyas antes de dormir, ya que esto limita la oxidación que puede ocurrir al contacto con la piel y evita dañar o torcer accidentalmente tus joyas durante la noche.

También recomendamos retirar las joyas antes de hacer deporte (por la transpiración) y antes de ir a la piscina o tomar una ducha, ya que el cloro también puede provocar la oxidación de tus joyas.

Ten cuidado en la playa, ya que la arena puede rayarlas.

Los perfumes, cosméticos y cremas también pueden acelerar la oxidación de tus joyas. Son productos químicos, al igual que los que usas para lavar los platos, el suelo o el coche.

Evita también el calor, como cuando cocinas, porque puede dañar tus joyas.